miércoles, 29 de enero de 2020

CALLE DE LA CIUDAD DE MARIANA - Minas Gerais - Brasil | LAZARUS TURISTICUS - 00071



Texto y Fotos. Carlos Lázaro

La igreja de Sao Francisco de Asís, se asoma sobre los tejados de la Rua Dom Vicoso, en la muy bonita ciudad de Mariana en una de las regiones que antiguamente produjeron una verdadera fiebre del oro. Mariana es un relicario que muestra y recuerda aquella riqueza. 

De aquel momento de fastuosidad y locura minera, quedan en cada iglesia de esta ciudad, hermosos retablos de madera sobredorados en oro.  Estas antiguas ciudades barrocas merecen un recorrido de varios días, ya que conforman el Circuito del Oro y el Diamante. No se debe dejar de visitar ciudades como Diamantina, Serro, Ouro Preto, Mariana, Tiradentes, Sao Joao del Rei, Prados, Sabará y Congonhas de Campo. 

Mariana es una ciudad más pequeña que Ouro Preto y no queda lejos de esta última, apenas una docena de kilómetros la separan de aquella gloria del oro brasileño. Conocer Minas Gerais es toda una aventura cultural. 


Todos los derechos fotográficos y literarios reservados © Carlos Lázaro

CUADERNO DE RECORRIDOS POR TLAXCALA | Lazarus Turisticus 00068

Santuario de Ocotlán, ciudad de Tlaxcala  © Carlos Lázaro

Texto y fotos. Carlos Lázaro

Por muchas razones recorrer los caminos de Tlaxcala se vuelve bien 
interesante como viajero de México. Tlaxcala forma parte de esa pasión 
de ser mexicano. Es pura cultura viva, ancestral, que emerge del polvo 
y de los campos de siembra, en forma de ruina arqueológica o en forma 
de iglesia barroca.

Su pequeño tamaño, de poco más de 4016 kilómetros cuadrados, hacen 
de Tlaxcala uno de los estados más fáciles de recorrer en la república 
mexicana. Sin embargo el puro dato es engañoso, ya que un recorrido a
conciencia por sus pueblos, ciudades, haciendas, es sin duda un reto que
puede llevar años y no pocas emociones siempre muy gratas.

Tlaxcala es tradición y color, es hablar del mole, un tipo de mole que es 
diferente al poblano, es hablar de la historia del encuentro entre los 
españoles y el mundo indígena, de la colaboración entre los Tlaxcaltecas
(100,000 guerreros) y el ejército de Hernán Cortés para consumar la 
conquista del imperio mexica. Así es, la conquista española fue en 
realidad consumada por los indígenas.

Hablar de Tlaxcala es connotar la maravilla de recorrer sus iglesias 
barrocas, desde Yahuquemecan, a Zacatelco, Tletelulco, el santuario de 
Ocotlán en Tlaxcala que es una maravilla que no debe dejar de visitarse 
en México; el santuario de San Miguel del Milagro, apenas junto a la 
portentosa y antigua ciudad de prehispánica de Cacaxtla, en donde se 
debe hablar también de la maravilla de sus murales, una tradición que 
une al Mural de la Batalla con los murales de Desiderio Hernández 
Xochiteotzin en el Palacio de Gobierno de la ciudad de Tlaxcala, un 
centro histórico, entre los más pequeños y encantadores de las ciudades
coloniales de México.
Hacienda de Atlangatepec - Tlaxcala. © Carlos Lázaro



Tlaxca es además su tradición taurina, sus fantásticas haciendas y sus 
antiguos conventos del siglo XVI. Su pueblos mágicos, que iluminan el 
espectro turístico del estado y donde brillan dos adorables poblados, 
Tlaxco, al norte de la entidad y Huamantla, en el antiguo camino real de 
Veracruz.

No deja de sorprender la naturaleza en Tlaxcala, en donde la Malinche o 
por su nombre indígena Matlacueye, esa enorme montaña, domina el 
sur de la entidad con sus 4420 metros sobre el nivel del mar, rodeada 
de bosques y eventualmente es coronada de nieve, revela un Tlaxcala 
pleno de paisaje. No faltan en sus atractivos, lugares como la Laguna 
de Atlangatepec y la sierra de Tlaxco, con su Santuario de las 
Luciérnagas, un espectáculo natural, que viene cuando inician las lluvias,
entre junio y agosto.

En las siguientes entregas iremos dando cuenta de las grandes sorpresas
que tiene Tlaxcala para aquellos que gustan de viajar. Saludos desde 
Lazarus Turisticus. 

Murales de Desiderio Hernández Xochiteotzin - Palacio de Gobierno - Tlaxcala. © Carlos Lázaro

Todos los derechos fotográficos y literarios reservados © Carlos Lázaro

ME GUSTA QUINTANA ROO - Aquí Inicio mi Cuaderno de Viaje - Carlos Lázaro - Lazarus Turisticus 00069

ME GUSTA QUINTANA ROO - Aquí Inicio mi Cuaderno de Viaje - Carlos Lázaro 

Recorriendo las Ruinas de El Rey - Cancún, Quintana Roo, MX  
Texto y Fotos. Carlos Lázaro.

Las fotos y del mar y el color del cielo que se conjugan en la costa deQuintana Roo, la Riviera Maya mexicana, no tienen igual. Esto aunado al paisaje verde de los manglares y selvas, junto con la enorme oferta cultural que ofrece esta rica región de la cultura maya, hacen que sin duda mucha gente alrededor del mundo busque conocer algún día 
esta región de México, rica además en infraestructura turística. 

Nadie podía dar crédito en los años 70's del siglo XX que aquellos olvidados territorios se convertirían en uno de los polos turísticos más atractivos del mundo donde resaltan sitios como, Cancún, Playa del Carmen, Cozumel, Isla Mujeres, Puerto Morelos, Xcaret y Xel há. Pero tambien Akumal, Bacalar y su capital, Chetumal, además de todo un rosario de ruinas mayas, a veces solo medio exploradas en medio de las selvas. 

Algunos de mis viajes más inolvidables han ocurrido por la costa de Quintana Roo; los iré evocando en este cuaderno de viaje, que también tiene la intención de invitarlos a ustedes como lectores a embarcarse en su propia aventura a esta hermosa región de México, que siempre además está llena de aventura. 


Todos los derechos fotográficos y literarios reservados © Carlos Lázaro

IGREJA DE N.S. DO ROSARIO DOS PRETOS - Diamantina MG. Brasil. - Lazarus Turisticus 00070


Texto y Fotos. Carlos Lázaro

Uno conoce la belleza simple del mundo cuando llega uno a Diamantina, en las alturas del Sertao brasileiro. Los ojos parecen alcanzar en una mirada, los límites de un paisaje infinito. Pocas transparencias igualan las de los paisajes del Sertao, ese enorme crestón de tierra desertico que se adivina hacia el centro del Brasil

Los Brasileños, a lo largo de su historia colonial tuvieron a bien, construir iglesias exclusivas para el uso de la comunidad de origen africana. Los descendientes de aquellas generaciones de esclavos tuvieron a bien vivir sus plegarias en las iglesias dedicadas a Nuestra Señora del Rosario. En Diamantina, Minas Gerais, uno de los momentos visualmente más deliciosos es dejarse llevar por esta pendiente y bajar hacia aquella iglesia encaramada en la cresta de la loma. Allí parece comenzar el mundo. 




Todos los derechos fotográficos y literarios reservados © Carlos Lázaro