jueves, 10 de enero de 2019

CAMINATA TURÍSTICA 9 - SANTA FE Y EL PARQUE LA MEXICANA - LT 00024



Caminata Turística 9 . Santa Fe y el Parque la Mexicana

Texto y fotos. Carlos Lázaro
Desde hace un año, decir Santa Fe, refiriendo a la gran zona de desarrollos inmobiliarios y corporativos en la parte alta de los lomeríos al poniente de la Ciudad de México (CDMX), ya no se refiere sólo a esa extensa y en algunos sitios bastante inhóspita región de la ciudad de vías exclusivas para automóviles. Lo sabemos quienes para llegar ahí, No ingresamos a la zona en automóvil, sino a pie, lo sabemos por los espacios desolados y el diseño que beneficia al automóvil sobre el peatón, tan propio de la cultura vial y urbana que nos heredó el siglo XX.




Así pienso mientras dirijo mis pasos pisando el tezontle debajo del puente vial que hay frente al complejo arquitectónico de Expo Santa Fe, uno de los grandes recintos feriales para congresos y convenciones con los que cuenta la Ciudad de México. Ojalá y todo Santa Fe tuviera un diseño más amable para los peatones. 

Ahora, y desde hace un año, el Parque la Mexicana, se ha consolidado como uno de los paisajes urbanos que provocan orgullo, emoción y también alegría para los habitantes y visitantes que llegan por ahí a pasar un rato de solaz y esparcimiento, tan necesario en la vida urbana moderna. La Mexicana es una isla de verdor y un impecable diseño de paisaje que asombra. 


Claro, aquí hay que apuntar que el diseño del parque corrió a cargo de Mario Schjetnan junto con Víctor Márquez; Mario ha sido uno de los grandes re creadores del paisaje de la ciudad en las últimas décadas, hay que recordar la admiración que  Mario ha tenido por el paisaje originario de la Ciudad de México, admiración y cariño que tradujo al ejecutar al final de los 80's el diseño para el Parque Tezozomoc de Azcapotzalco, en el que recreó la imagen de los grandes lagos de la Cuenca de México. El parque sigue siendo un grandioso ejemplo de trabajo con el paisaje. 


Mario Schjetnan también nos ha asombrado en años recientes con sus trabajos para la primera y segunda sección del Bosque de Chapultepec, uno de los espacios más queridos por los habitantes de la Ciudad de México, y la primera sección esperando ya (pues hace tiempo que se encuentra en la lista enunciativa), para su inclusión en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, por lo que el trabajo de Mario Schjetnan ha sido clave para retomar el gran valor cultural y natural del bosque de Chapultepec y potenciar su buena presentación para los visitantes y de paso para la UNESCO cuando le toque evaluar la propuesta para ser Patrimonio Mundial. 

Pero volviendo a La Mexicana, hay que destacar que el amplio terreno original (una antigua mina de arena que devasto incluso el histórico Camino Real de Toluca) se estaba planteando para ser un enorme desarrollo inmobiliario, una disputa en la que triunfó el entendimiento del terreno por su plusvalia como área verde para los vecinos de Santa Fe y Bosques de las Lomas, quienes se organizaron para requerir el espacio como área verde, luego de ser un desolado predio de unas 40 hectáreas de las que el 30% serán dedicadas al desarrollo inmobiliario y 28 hectáreas destinadas al Parque La Mexicana. 

Mi caminata por el parque es muy placentera y recorro poco a poco sus espacios, desde la entrada con el logtipo - letrero de la CDMX pasando por sus fuentes, la hermosa trotapista desde la que se aprecian en forma magnífica los altos rascacielos donde destaca Paradox, la torre más alta del conjunto, en el que también hay edificios póstumos de la obra de Teodoro González de León y otro, Bora, diseñado por el despacho de Zaha Hadid.

No cabe duda que todo esto conjuga un conjunto urbano excepcional y moderno. No por nada, el Parque la Méxicana, está entre los espacios más "instagrameados" de la Ciudad de México junto con el Museo Soumaya, el Monumento a la Revolución y la Pérgola Ixca Cienfuegos a unos pasos del Soumaya. 

El parque tiene dos lagos, que recientemente han sido sometidos a un cambio en la coloración del agua. Ahora tienen un agua con color azul turquesa, como el de las aguas de Cancún. Me sorprende el color, pero en realidad creo que no me gusta tanto ese tono tan subido. Creo que prefería las aguas en su tono natural. Al final de mi agradable caminata por el Parque la Mexicana, dirijo mis pasos hacia la terminal de los autobuses que bajan por Reforma y por la Supervía y Puentes de los Poetas, paso por más edificios corporativos y la hermosa zona de hoteles dispuestos al final del área del enorme Centro Comercial, en la avenida . Santa Fe no deja de ser impresionante como zona de gran atractivo de la Ciudad de México, una zona que demuestra la gran vitalidad y capacidad de cambio e innovación de la CDMX.

















 












Todos los derechos fotográficos y literarios reservados © Carlos Lázaro

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